Las industrias buscan la estandarización y también homologación de procesos de tal forma de competir respecto de la eficiencia de la implementación de los procesos y no necesariamente en la aplicación "desleal" o "arbitraria" de procesos que puedan mejorar los resultados del corto plazo pero comprometer la posibilidad de obtener resultados en el futuro, como ha sido la tónica durante decenas de años. De a poco, nos estamos dando cuenta que la utilización abusiva de recursos representa sólo retribuciones de corto plazo, con efectos secundarios en muchas ocasiones irreparables.
Los gobiernos tienen mucho que decir a este respecto. Lo vemos con los marcos legales que se ocupan de las garantías mínimas y protección al consumidor desde el punto de vista de la calidad y con regulaciones ambientales, ya casi universales, que operan de manera similar en diferentes países. Esto obliga a que las empresas empiecen a trabajar en forma estandarizada para resolver problemas o temáticas que afectan a la comunidad. La industria automotriz como siempre es un ejemplo. Hoy en día, en un mundo de compra y venta de grandes corporaciones, los que hoy son competidores, mañana pueden ser nuestra ventaja competitiva.
Los gobiernos, las comunidades y organizaciones internacionales, dada la globalización de las comunicaciones, hoy en día representan un poder que nunca antes habíamos visto en nuestra historia. Grandes proyectos de inversión son detenidos, paralizados o desechados por la influencia de las comunidades que antes no eran siquiera escuchadas, sin embargo, hoy demandan y hacen cumplir sus derechos sin importar los poderes económicos que estén involucrados. Este gran poder es muchas veces utilizado en forma arbitraria también, no obstante estamos frente a una gran oportunidad para que se hagan las cosas mejor para quienes heredarán nuestro mundo.
Finalmente, cuando hablamos de medio ambiente, la verdad es que no existen los "individuos" cuyas acciones "individuales" no afecten al resto, por tanto las tareas a este respecto estimo deben ser por sector y más aún, universales. La mejora continua debería de llevarnos a ese estado ideal en algún momento.
Los gobiernos tienen mucho que decir a este respecto. Lo vemos con los marcos legales que se ocupan de las garantías mínimas y protección al consumidor desde el punto de vista de la calidad y con regulaciones ambientales, ya casi universales, que operan de manera similar en diferentes países. Esto obliga a que las empresas empiecen a trabajar en forma estandarizada para resolver problemas o temáticas que afectan a la comunidad. La industria automotriz como siempre es un ejemplo. Hoy en día, en un mundo de compra y venta de grandes corporaciones, los que hoy son competidores, mañana pueden ser nuestra ventaja competitiva.
Los gobiernos, las comunidades y organizaciones internacionales, dada la globalización de las comunicaciones, hoy en día representan un poder que nunca antes habíamos visto en nuestra historia. Grandes proyectos de inversión son detenidos, paralizados o desechados por la influencia de las comunidades que antes no eran siquiera escuchadas, sin embargo, hoy demandan y hacen cumplir sus derechos sin importar los poderes económicos que estén involucrados. Este gran poder es muchas veces utilizado en forma arbitraria también, no obstante estamos frente a una gran oportunidad para que se hagan las cosas mejor para quienes heredarán nuestro mundo.
Finalmente, cuando hablamos de medio ambiente, la verdad es que no existen los "individuos" cuyas acciones "individuales" no afecten al resto, por tanto las tareas a este respecto estimo deben ser por sector y más aún, universales. La mejora continua debería de llevarnos a ese estado ideal en algún momento.